Para el proyecto de cancha dividida, en la asignatura de colectivas, realizamos un partido de voleibol. El partido lo jugaron los dos equipos que llegaron a la final, mientras que los otros dos equipos tuvieron que desempeñar otras labores como afición, comentarista, cronista, árbitro o fotógrafo.
Descripción
de la situación
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Son múltiples y diversas las
estrategias educativas que en la actualidad se conocen para impartir docencia
en las aulas de Educación Primaria; unas más eficaces y otras menos, mas no se
puede determinar cuál es la mejor de todas ellas. Esto es aplicable a
cualquiera de las áreas del currículo de Primaria, y en lo que a nosotros
respecta, así sucede en el área de Educación Física.
En esta ocasión, vamos a hablar
brevemente sobre una estrategia basada en acercar el juego deportivo y la
competición, algo hasta el momento más característico del deporte como
extraescolar y propio de los Clubs deportivos, a nuestras clases de Primaria.
Este método se centra en un proceso de distribución del alumnado en equipos y
la distribución de distintos roles dentro de cada uno de ellos (entrenador,
jugadores, etc.) que atravesarán un camino paso a paso que les lleve desde el
entrenamiento, a la clasificación por competición, para acabar en una gran
final deportiva. Es en concreto de esta gran final sobre la que vamos a hacer
más hincapié, pues se trata de un juego de Rol al que hemos
titulado “A por ellos” donde cada uno
tiene un papel imprescindible, nadie queda al margen, cada uno asume y ejecuta
su rol, y posteriormente nos permite realizar grandes y productivas reflexiones
sobre el deporte en la actualidad y en los medios. El ejercicio en sí consiste
en, tras la clasificación de las sesiones previas en competiciones, en este
caso de voleibol, los dos equipos mejor clasificados proceden a disputar una
gran final que les ascienda a campeones de la clase (o ganadores de aquel
título que deseemos y como queramos denominarlo). El resto de equipos que no
consiguieron clasificarse anteriormente pasan a asumir otro tipo de roles tales
como aficionados, árbitros, o comentaristas de los que hablaremos a
continuación. Una vez asumidos los roles de cada uno y distribuidos en el
espacio como corresponde, se ejecuta la gran final entre ambos equipos mientras
el resto realizan su labor, jugando un partido (de voleibol) a tantos puntos
como se haya acordado previamente (a 7 puntos, a 11 puntos, a 21 puntos…).
Dicha disputa nos dará el equipo ganador de la sesión, muchos aspectos a
valorar y sobre los que reflexionar, y material para seguir trabajando de un
modo transversal (educación en valores y comportamientos propios del bloque 6.
Del Currículo de Educación Primaria) así como interdisciplinar (implicando a
otras áreas).
Descripción
de los roles de la situación de juego
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Como hemos dicho anteriormente, la
unidad viene marcada por la asunción y ejecución de distintos roles por parte
del alumnado, tarea que tal vez no dominen
o puede ser algo a lo que no estén acostumbrados. Es por ello que debe
quedar claro el rol en concreto, sus funciones y la importancia que poseen cada
uno de ellos.
·
Equipo A y Equipo B: En este rol aparecen
los alumnos pertenecientes a los dos equipos mejor clasificados y que disputan
la final. Estos serán los jugadores que disputen el partido de la gran final.
En el caso de que el número de participantes en cada uno de los equipos sea elevado,
cabe la posibilidad de que alguno de sus miembros asuma el rol de entrenador o entrenadores. En tal caso,
este sería encargado de dirigir a su equipo, establecer la estrategia de ataque
y defensa, así como la distribución de sus jugadores en el campo propio,
otorgar a alguno de sus jugadores el rol de colocador o ir asignándolo tras
cada punto si este se va rotando, realizar los cambios y repartir el tiempo
entre sus jugadores, etc.
·
Cuerpo arbitral: Su tarea consiste en
marcar las normas del juego, explicarlas a los jugadores de ambos equipos y es
responsable de que estas se cumplan, sancionando a aquel que quebrante alguna
de ellas; llevar la cuenta del marcador, tomar decisiones en determinados
momentos como si ha entrado un balón o ha sido fuera, si se ha tocado la red,
etc. Es la máxima autoridad y debe ser ante todo y en todo momento respetado o
respetada.
·
Aficiones de ambos
equipos:
Los aficionados o seguidores de los equipos participantes deben animar a su
equipo como si uno más del mismo fueran. Para ello pueden y deben emplear
gritos, cánticos, felicitaciones, aplausos, y todo lo que consideren oportuno
para que su equipo se lleve la victoria, tal y como ocurre en las situaciones
reales de prácticamente todas las modalidades deportivas.
·
Equipo de cámaras: Este rol lo compone
una persona encargada de ir haciendo fotografías durante todo el transcurso de
la gran final, como si fuera periodista. Debe atender a todas las partes, es
decir a todos los roles, no solo a los jugadores. También podemos poner otro
alumno o alumna más en asunción de este rol encargado del video. Este asumiría
la misma función que el compañero o compañera de la cámara de fotos solo que
debe priorizar a grabar el partido en sí, como si fuera un cámara de televisión.
No obstante, este rol puede suplirse si tenemos un trípode o lugar donde
colocar la cámara de video, o incluso ser asumido por el docente (como sucedió
en nuestra situación de aula).
·
Redactores o
periodistas: Se trata de aquel alumnado encargado de divisar todo el encuentro, ver
las características del evento e ir anotando todo lo que encuentre pertinente
para posteriormente realizar una crónica de periódico que explique y resuma el
evento. Un papel que requiere de gran atención para poder anotar todo al
detalle.
·
Comentaristas: Del mismo modo que
ocurre en la mayoría si no en la totalidad de los eventos deportivos, alguno de
nuestros alumnos o alumnas asumirá el rol de comentarista, donde con sus
comentarios retransmitirán el encuentro como si se tratara de locutores de
radio o televisión. Estos deben permanecer atentos e ir contando (si es posible
con gracia y alegría) lo que va sucediendo como si se lo contaran a personas
que no están viendo el partido en ese momento.
Descripción
de comportamiento positivos y deseables en un espectáculo deportivo
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Aunque resulte triste admitirlo, la
actitud y comportamientos que a día de hoy son visibles en los recintos
deportivos procedentes muchas veces de la mayoría de los allí presentes no son
las más apropiadas ni mucho menos. Comportamientos bochornosos de los que no se
puede estar orgulloso y que no queremos que sirva de ejemplo para nuestro
alumnado. Hay que tener consciencia de que la competición como tal debe ser un
espacio donde reine el “fair play”, el respeto, la diversión y el
entretenimiento. Pues, ¿qué es sino el deporte más que eso? Dada esta
reflexión, debemos focalizar esa actitud, que a veces aparece “distorsionada”,
atendiendo a cada uno de los roles presentes en el espacio deportivo, y en
concreto, en nuestra sesión de “A por ellos”.
·
Equipo A y Equipo B: Se espera que, en
cualquier disciplina deportiva, sus partícipes actúen a priori de manera
activa. Es decir, que todo el mundo asuma su rol de jugador y esté concentrado,
con actitud positiva e intención participativa y que no se quede al margen
dejándose tapar por el resto del equipo, sino sumar a este. También se pretende
lo contrario, que se evite el afán de protagonismo por algunos de sus miembros
actuando como lo que vulgarmente se conoce como “chupón”. Es importante que
exista un trabajo cooperativo y en equipo con estrategias de grupo, apoyos y
ayudas. En cuanto al comportamiento, se
pretende que todos sus miembros desempeñen una actividad marcada por el juego
limpio y amigable. Con esto nos referimos a realizar el saludo inicial con el
equipo contrario, que cunda el compañerismo y el ánimo, felicitaciones entre
compañeros, etc. Respecto a la figura del entrenador en el caso de que lo haya,
se espera que asuma su rol y cumpla con él. Que controle al equipo y lo
coordine y realice los cambios con igualdad, repartiendo los minutos entre sus
jugadores debidamente. También se espera que este anime y motive a sus
jugadores y por supuesto que se dirija al cuerpo arbitral con respeto. En
ninguno de los casos se puede permitir broncas que falten al respeto a nadie,
insultos, menosprecios, etc. Ni en nuestra sesión ni en ningún terreno de juego
sea el deporte que sea.
·
Cuerpo arbitral: En cuanto a este rol,
se espera que actúe con prudencia y atención, ya que su papel es muy importante
y de él depende parte del resultado del partido. Que se dirija al resto de
roles con respeto. Que conozca la normativa bien y sepa aplicarla. Que se
imponga, pero sin excederse en ello y que mantenga el control del partido. De
cara a lo comportamental o actitudinal, se espera de él o ella que su poder en
el terreno de juego no le hagan actuar indebidamente. Debe referirse a todo el
mundo con respeto e igualdad, tomar las decisiones atendiendo a la veracidad de
los hechos y no por invención o interés propio. En definitiva, ser justo y
educado.
·
Aficiones de ambos
equipos: Se espera de los aficionados que, a partir de una actitud respetuosa
animen a su equipo con toda su energía, pero focalizando la totalidad de sus
acciones en ánimo al equipo del que son aficionados con cánticos, palmas,
ritmos, danzas, felicitaciones, y lo que sea de menester, evitando su atención
(entendiendo esto como algo negativo) a la afición rival, al equipo rival o al
cuerpo arbitral sin dirigirse a ellos, y
menos con insultos o burlas, canciones ofensivas o lo que sea como suele
ocurrir.
·
Equipo de cámaras: Se espera del personal
de cámaras que no focalice su atención solo a individuos concretos, sino que
atienda a todos por igual, enfoque a todos y haga partícipe a todos. Que preste
atención a su función y se la tome enserio. Del mismo modo se espera que sea
consciente de lo que hay a su alrededor, es decir, hay un partido en juego, por
lo que no debería molestar a los jugadores, tapar a los redactores o árbitros,
etc. y esperar el debido momento para moverse y colocarse por el espacio.
·
Redactores o
periodistas: Se espera de ellos plena atención para que sus anotaciones sean
acertadas y abundantes, de modo que la posterior crónica sea verídica.
Posteriormente al partido, se espera de ellos una buena redacción donde emplee
un amplio y correcto vocabulario y narre lo ocurrido con precisión.
·
Comentaristas: Se espera de él una
formación o preparación previa que le facilite la labor y que haga de sus
comentarios algo atractivo para el evento. Que a partir de esta formación
emplee un amplio vocabulario y emplee términos específicos de la modalidad, que
conozca los nombres de los jugadores y se refiera a ellos, que evite los
silencios. Que sea neutral del mismo modo que el cuerpo arbitral y se limite a
narrar los hechos. Que cuando se refiera a individuos concretos sea sin
adjetivos despectivos… Para que todo esto se cumpla implica plena atención
durante el evento. Además, lo óptimo sería que su narración estuviera cargada
de efusividad y teatralización. Una buena documentación anterior le ayudará a
empaparse de cómo lo hacen otros locutores en otros eventos.
Descripción
de comportamiento negativo y no deseables en un espectáculo deportivo
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Como hemos comentado anteriormente,
la realidad no es la deseable. En innumerables ocasiones, los espectáculos
deportivos se ven inmersos en un oscuro clima de insultos, amenazas, burlas,
etc. y los comportamientos deseados de los que hablábamos anteriormente, solo
son eso, deseos, y solo de algunas personas. A continuación comentaremos
comportamientos negativos que se pueden ver en diversos espectáculos deportivos
y que, por haberlos visto anteriormente, podrían reproducirse en nuestra
sesión.
·
Equipo A y Equipo B: Los jugadores que
participan en los espectáculos deportivos en ocasiones actúan de un modo
vergonzoso. Entre algunos de sus comportamientos están agresiones al adversario
o al árbitro o insultos a los mismos. Una excesiva competitividad negativa que
les lleva a impulsos negativos como el no trabajar en equipo ya que sienten que
solo ellos pueden sacar el partido adelante, y contiguamente, insultos,
represión y presión a sus propios compañeros. Algo también muy caracterizado
por estos es la omisión de la verdad, es decir, mentir al cuerpo arbitral con
el fin de conseguir ventaja a su favor: negar una falta, decir que ha sido
fuera cuando no lo ha sido, fingir que le han golpeado cuando no ha sido así,
etc.
·
Cuerpo arbitral: Puede darse el caso de
árbitros que no sean neutrales. En tal caso estos se posicionan a favor de una
de las partes y no cumplen con igualdad su función. Un comportamiento como
este, sumado a referirse a los jugadores o entrenadores de un modo
irrespetuoso, pues en ocasiones su “poder” se les sube a la cabeza, puede o
suele suscitar comportamientos agresivos por los jugadores, entrenadores y
aficionados del equipo perjudicado hacia su persona.
·
Aficiones de ambos
equipos: En la actualidad, este rol es el más claro ejemplo de los
comportamientos disruptivos o poco deseables en el mundo del espectáculo
deportivo. En los medios podemos ver cómo agrupaciones de los conocidos como
“ultras”; forofos de un equipo, no se conforman con acceder a los estadios para
cantar canciones ofensivas hacia la grada rival, gritar e insultar de manera bochornosa
a los jugadores no solo del equipo rival, sino en ocasiones incluso del propio,
insultar y amenazar y si tienen la posibilidad, atacar a jugadores y árbitros,
que incluso realizan quedadas entre ellos (de aficiones contrarias) para
realizar batallas campales fuera de los estadios. No son la totalidad de las
aficiones ni mucho menos quienes actúan así, mas en individuos de ese tipo, se
puede observar como dedican el tiempo de juego a lanzar objetos al campo de
juego con intenciones dañinas, insultar, amenazar, ofender, agredirse entre
ellos… un comportamiento admirable del que aprender todo el mundo; niños y
niñas y adultos.
·
Equipo de cámaras: Son poco
influenciables, y su comportamiento negativo se centra en focalizar la atención
en individuos concretos y no en el conjunto. En nuestra clase esto podría
ocurrir. El o la cámara puede centrar las fotos y videos en aquellos con quien
más amistad tienen, hacerse autofotos, no enfocar o no prestar atención, etc.
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Redactores o
periodistas: Una mala redacción que falte a la verdad, bien intencionadamente por
intereses propios o bien por despistes en el momento de las anotaciones son las
actitudes poco deseables propias de este rol. Además está una mala redacción
con vocabulario pobre, faltas de ortografía…
·
Comentaristas: Los comportamientos
pocos deseables en comentaristas pueden ser el que abuse de los silencios o
peque de vergüenza. También el emplear un vocabulario obsceno, poco adecuado u
ofensivo, que muestre desinterés, que no se haya formado con anterioridad, o
que su desatención le haga perder el hilo y le lleve a errar en su
retransmisión, por ejemplo en el resultado.
Valoración
del juego de Rol “A por ellos” como opción para reflexionar sobre los
espectáculos deportivos
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Todos somos conocedores de lo que
suele ocurrir en este tipo de encuentros deportivos. Y lo más preocupante es
que no solo sucede así en los grandes estadios de fútbol de todo el mundo, de
baloncesto, de hockey, de voleibol, etc. Sino que por desgracia es algo que
muchos de nosotros hemos vivenciado como espectadores de encuentros deportivos
de carácter escolar, es decir con niños. Estamos hablando de esos
comportamientos tan tristemente habituales como las discusiones y peleas entre
jugadores de equipos rivales no solo verbales sino también físicas, insultos al
cuerpo arbitral, amenazas, burlas, obscenos cánticos desde las gradas, amenazas
e insultos desde estas, etc. Un sinfín de comportamientos que, si deberían
desaparecer de los estadios y de los medios en pleno siglo XXI, mucho más de
los pabellones o campos de juego donde los protagonistas son niños y niñas.
Pues como si no fuera suficiente el hecho de que estos pequeños son como
esponjas que de todo se empapan y posteriormente reproducen pueden verlo en los
medios de comunicación o si van a ver un partido al estadio con su padre o su
abuelo (en el caso de que dichos adultos se atrevan a llevarlos a tales
lugares), es una realidad que lo mismo ocurre en los colegios con padres y
madres que ven a su hija como una estrella deportiva y al árbitro como la peor
de las personas, o se gritan entre padres desde la grada, o los jugadores se
agreden e insultan, o padres y madres que gritan y critican a sus propios hijos
pretendiendo su victoria como si ellos mismos ganaran. ¿De verdad es esto lo
que pretendemos que sea un patio de colegio los fines de semana? ¿No sería lo
propio que solo se oyeran celebraciones, ánimos y felicitaciones que es lo que
los niños deben oír de cara a su motivación por seguir con el deporte y
divertirse, y más aún para no aprender de esos comportamientos disruptivos y
sino al contrario, de que al adversario se le da la mano para levantarse y
felicita y no se insulta ni se golpea?
Esta realidad existe y deberíamos cambiarla. Y
para ello, el mejor modo es con la educación. Se trata del mejor arma contra
este tipo de actitudes. Debemos formar a nuestros alumnos en unos valores donde
entiendan que un partido es una situación idílica para la diversión, el
aprendizaje, conocer nuevas personas quienes podrían ser amigos, etc. no un
campo de batalla.
Dado que la realidad es como es,
nuestro juego de rol “A por ellos” resulta una situación perfecta que
fomente y facilite la reflexión, punto de partida para la autocrítica, el
cambio y la mejora en este tipo de actitud, para conocer la realidad que
vivimos y posicionarse de qué opinión son, si les parece lo adecuado para un
espacio deportivo, para la reflexión del qué es el deporte y qué queremos que
sea, ¿es lo correcto? ¿debería de cambiar? ¿qué podemos hacer nosotros?
Podemos
hablar de ello sin más, partir de la visualización de imágenes, videos, etc.
para la posterior reflexión mas el vivenciar cada rol, ponerte en esa piel del
otro te hace darte cuenta de lo que se vive, dándole así significatividad a la
experiencia y la reflexión. Es por ello que creemos que este tipo de práctica,
el juego de rol, nos puede dar múltiples beneficios para tratar el tema del
comportamiento, actitud y valores en los espectáculos deportivos. Podemos dejar
que el juego fluya por sí mismo, esperando las actuaciones de los participantes
en función de sus personalidades y de ello partir hacia la reflexión con la
posterior visualización del video, preguntar las experiencias vividas y los
sentimientos generados en determinadas situaciones, o incluso podemos pedir a
alumnos en concreto que actúen del modo que el docente pretenda ocasionar,
forzando así situaciones que posteriormente lleven la reflexión hacia el camino
deseado o que necesitemos. Por ejemplo, podríamos pedirles a varios de los
alumnos y alumnas que formen parte de una de las aficiones que actúen de un
modo exaltado, muy enérgico, y a la otra afición lo contrario, que no se hagan
de notar, que no griten ni hagan ruido por decirlo de algún modo, para
posteriormente en la reflexión, preguntar a los equipos a quienes les animaban
qué sensaciones les habían generado sus aficiones. Por ejemplo, también
podríamos pedirle al árbitro que no sea equitativo, que en alguna ocasión
mienta y se posicione de uno de los dos equipos para beneficiarlo, lo que luego
nos permitirá reflexionar sobre las sensaciones vividas, sobre todo del equipo
más perjudicado. Estos son solo algunos ejemplos de una posibilidad que se nos
plantea, mas la misma actuación autónoma de los alumnos puede darnos muchas
situaciones sobre las que reflexionar sin incitarles a una modificación de sus
roles.
Partiendo
de la experiencia del juego de rol, podemos pedir la reflexión de las
sensaciones del momento, pero también dar un paso más allá. Nos referimos al
hecho de preguntar o indagar acerca de vivencias de nuestro alumnado en otros
entornos, tales como el patio del recreo, experiencias en algún partido que
hayan disputado, situaciones que hayan visto en un estadio, etc. Al tratar
temas del ámbito personal del alumnado, les motivaremos a participar en la
reflexión y abrirse al resto, podemos trabajar la educación emocional con
ellos, conocerlos un poco mejor, conocer necesidades de los alumnos, así como
problemas de comportamiento entre alumnos en el patio, casos de buying, etc.
A partir
de esta estrategia de trabajo, una vez reflexionado acerca de las experiencias
vividas en el momento tras la práctica del juego de rol “A por ellos”, ya sea justo tras finalizar su puesta en práctica o
con la visualización del video, tras la reflexión sobre experiencias vividas de
índole personal, es decir fuera del aula, podemos iniciar un proyecto de
mejora. Un proyecto en el que los alumnos, vistos los problemas, planteen
posibilidades e ideas para solventarlos, para mejorar todo ello, siendo ellos
los primeros a trabajar en sí mismos actuando acorde a las ideas expuestas,
acercando esa actitud posteriormente a sus amigos y familiares, y dotándoles, a
partir de la coeducación entre ellos mismos compartiendo ideas y opiniones los
unos de los otros de un espíritu crítico que les haga mirar las escenas
deportivas desde ese momento con otros ojos. Obviamente, no esperamos que uno
de nuestros alumnos acuda a un partido de baloncesto el día de mañana con sus
padres y al aficionado de su lado que grita e insulta al árbitro le diga que
eso no está bien, pero si pretendemos que él o ella no adopte esa postura
nunca, y que entre los miembros de su entorno próximo, les incite a la
reflexión al respecto y cambien, si fuera necesario, esa actitud y que conforme
él o ella crezcan no actúen de tal modo y eduquen a futuras generaciones del
mismo modo haciendo que algún día, lo que hoy vemos y nos horroriza, haya desaparecido
si todos trabajamos en la misma dirección desde ya.
Sin duda,
la práctica de este tipo de modelo de intervención o estrategia didáctica puede
resultar para nuestra clase un agente motivador que les acerque al placer del
deporte y a la práctica deportiva, a la involucración en el aula, el trabajo o
juego en equipo, la vida activa, etc. Supone una forma de impartir la clase de
Educación Física que a los alumnos puede gustar mucho, pero que no se reduce a
la práctica en el aula jugando en este caso al volibol, sino que puede
ayudarnos a dar un paso más y llevar la experiencia vivida a la reflexión.
Reflexión de la realidad social, de las experiencias vividas, de los cambios
deseados, de la educación en valores, de la educación emocional, de la importancia
de los distintos roles y saber valorarlos y no menospreciarlos. En definitiva,
nos brinda un amplio abanico de formas de trabajo que nos acercan a la
verdadera educación: una educación completa; una formación de personas.
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