miércoles, 11 de enero de 2017

EDUCACIÓN DEPORTIVA Y EL JUEGO DE ROL

Para el proyecto de cancha dividida, en la asignatura de colectivas, realizamos un partido de voleibol. El partido lo jugaron los dos equipos que llegaron a la final, mientras que los otros dos equipos tuvieron que desempeñar otras labores como afición, comentarista, cronista, árbitro o fotógrafo. 

Descripción de la situación

Son múltiples y diversas las estrategias educativas que en la actualidad se conocen para impartir docencia en las aulas de Educación Primaria; unas más eficaces y otras menos, mas no se puede determinar cuál es la mejor de todas ellas. Esto es aplicable a cualquiera de las áreas del currículo de Primaria, y en lo que a nosotros respecta, así sucede en el área de Educación Física.

En esta ocasión, vamos a hablar brevemente sobre una estrategia basada en acercar el juego deportivo y la competición, algo hasta el momento más característico del deporte como extraescolar y propio de los Clubs deportivos, a nuestras clases de Primaria. Este método se centra en un proceso de distribución del alumnado en equipos y la distribución de distintos roles dentro de cada uno de ellos (entrenador, jugadores, etc.) que atravesarán un camino paso a paso que les lleve desde el entrenamiento, a la clasificación por competición, para acabar en una gran final deportiva. Es en concreto de esta gran final sobre la que vamos a hacer más hincapié, pues se trata de un juego de Rol al que hemos titulado “A por ellos” donde cada uno tiene un papel imprescindible, nadie queda al margen, cada uno asume y ejecuta su rol, y posteriormente nos permite realizar grandes y productivas reflexiones sobre el deporte en la actualidad y en los medios. El ejercicio en sí consiste en, tras la clasificación de las sesiones previas en competiciones, en este caso de voleibol, los dos equipos mejor clasificados proceden a disputar una gran final que les ascienda a campeones de la clase (o ganadores de aquel título que deseemos y como queramos denominarlo). El resto de equipos que no consiguieron clasificarse anteriormente pasan a asumir otro tipo de roles tales como aficionados, árbitros, o comentaristas de los que hablaremos a continuación. Una vez asumidos los roles de cada uno y distribuidos en el espacio como corresponde, se ejecuta la gran final entre ambos equipos mientras el resto realizan su labor, jugando un partido (de voleibol) a tantos puntos como se haya acordado previamente (a 7 puntos, a 11 puntos, a 21 puntos…). Dicha disputa nos dará el equipo ganador de la sesión, muchos aspectos a valorar y sobre los que reflexionar, y material para seguir trabajando de un modo transversal (educación en valores y comportamientos propios del bloque 6. Del Currículo de Educación Primaria) así como interdisciplinar (implicando a otras áreas).



Descripción de los roles de la situación de juego

Como hemos dicho anteriormente, la unidad viene marcada por la asunción y ejecución de distintos roles por parte del alumnado, tarea que tal vez no dominen  o puede ser algo a lo que no estén acostumbrados. Es por ello que debe quedar claro el rol en concreto, sus funciones y la importancia que poseen cada uno de ellos.

·        Equipo A y Equipo B: En este rol aparecen los alumnos pertenecientes a los dos equipos mejor clasificados y que disputan la final. Estos serán los jugadores que disputen el partido de la gran final. En el caso de que el número de participantes en cada uno de los equipos sea elevado, cabe la posibilidad de que alguno de sus miembros asuma el rol de entrenador o entrenadores. En tal caso, este sería encargado de dirigir a su equipo, establecer la estrategia de ataque y defensa, así como la distribución de sus jugadores en el campo propio, otorgar a alguno de sus jugadores el rol de colocador o ir asignándolo tras cada punto si este se va rotando, realizar los cambios y repartir el tiempo entre sus jugadores, etc.
·        Cuerpo arbitral: Su tarea consiste en marcar las normas del juego, explicarlas a los jugadores de ambos equipos y es responsable de que estas se cumplan, sancionando a aquel que quebrante alguna de ellas; llevar la cuenta del marcador, tomar decisiones en determinados momentos como si ha entrado un balón o ha sido fuera, si se ha tocado la red, etc. Es la máxima autoridad y debe ser ante todo y en todo momento respetado o respetada.

·        Aficiones de ambos equipos: Los aficionados o seguidores de los equipos participantes deben animar a su equipo como si uno más del mismo fueran. Para ello pueden y deben emplear gritos, cánticos, felicitaciones, aplausos, y todo lo que consideren oportuno para que su equipo se lleve la victoria, tal y como ocurre en las situaciones reales de prácticamente todas las modalidades deportivas.

·        Equipo de cámaras: Este rol lo compone una persona encargada de ir haciendo fotografías durante todo el transcurso de la gran final, como si fuera periodista. Debe atender a todas las partes, es decir a todos los roles, no solo a los jugadores. También podemos poner otro alumno o alumna más en asunción de este rol encargado del video. Este asumiría la misma función que el compañero o compañera de la cámara de fotos solo que debe priorizar a grabar el partido en sí, como si fuera un cámara de televisión. No obstante, este rol puede suplirse si tenemos un trípode o lugar donde colocar la cámara de video, o incluso ser asumido por el docente (como sucedió en nuestra situación de aula).

·        Redactores o periodistas: Se trata de aquel alumnado encargado de divisar todo el encuentro, ver las características del evento e ir anotando todo lo que encuentre pertinente para posteriormente realizar una crónica de periódico que explique y resuma el evento. Un papel que requiere de gran atención para poder anotar todo al detalle.

·        Comentaristas: Del mismo modo que ocurre en la mayoría si no en la totalidad de los eventos deportivos, alguno de nuestros alumnos o alumnas asumirá el rol de comentarista, donde con sus comentarios retransmitirán el encuentro como si se tratara de locutores de radio o televisión. Estos deben permanecer atentos e ir contando (si es posible con gracia y alegría) lo que va sucediendo como si se lo contaran a personas que no están viendo el partido en ese momento.


Descripción de comportamiento positivos y deseables en un espectáculo deportivo

Aunque resulte triste admitirlo, la actitud y comportamientos que a día de hoy son visibles en los recintos deportivos procedentes muchas veces de la mayoría de los allí presentes no son las más apropiadas ni mucho menos. Comportamientos bochornosos de los que no se puede estar orgulloso y que no queremos que sirva de ejemplo para nuestro alumnado. Hay que tener consciencia de que la competición como tal debe ser un espacio donde reine el “fair play”, el respeto, la diversión y el entretenimiento. Pues, ¿qué es sino el deporte más que eso? Dada esta reflexión, debemos focalizar esa actitud, que a veces aparece “distorsionada”, atendiendo a cada uno de los roles presentes en el espacio deportivo, y en concreto, en nuestra sesión de “A por ellos”.

·        Equipo A y Equipo B: Se espera que, en cualquier disciplina deportiva, sus partícipes actúen a priori de manera activa. Es decir, que todo el mundo asuma su rol de jugador y esté concentrado, con actitud positiva e intención participativa y que no se quede al margen dejándose tapar por el resto del equipo, sino sumar a este. También se pretende lo contrario, que se evite el afán de protagonismo por algunos de sus miembros actuando como lo que vulgarmente se conoce como “chupón”. Es importante que exista un trabajo cooperativo y en equipo con estrategias de grupo, apoyos y ayudas.  En cuanto al comportamiento, se pretende que todos sus miembros desempeñen una actividad marcada por el juego limpio y amigable. Con esto nos referimos a realizar el saludo inicial con el equipo contrario, que cunda el compañerismo y el ánimo, felicitaciones entre compañeros, etc. Respecto a la figura del entrenador en el caso de que lo haya, se espera que asuma su rol y cumpla con él. Que controle al equipo y lo coordine y realice los cambios con igualdad, repartiendo los minutos entre sus jugadores debidamente. También se espera que este anime y motive a sus jugadores y por supuesto que se dirija al cuerpo arbitral con respeto. En ninguno de los casos se puede permitir broncas que falten al respeto a nadie, insultos, menosprecios, etc. Ni en nuestra sesión ni en ningún terreno de juego sea el deporte que sea.

·        Cuerpo arbitral: En cuanto a este rol, se espera que actúe con prudencia y atención, ya que su papel es muy importante y de él depende parte del resultado del partido. Que se dirija al resto de roles con respeto. Que conozca la normativa bien y sepa aplicarla. Que se imponga, pero sin excederse en ello y que mantenga el control del partido. De cara a lo comportamental o actitudinal, se espera de él o ella que su poder en el terreno de juego no le hagan actuar indebidamente. Debe referirse a todo el mundo con respeto e igualdad, tomar las decisiones atendiendo a la veracidad de los hechos y no por invención o interés propio. En definitiva, ser justo y educado.

·        Aficiones de ambos equipos: Se espera de los aficionados que, a partir de una actitud respetuosa animen a su equipo con toda su energía, pero focalizando la totalidad de sus acciones en ánimo al equipo del que son aficionados con cánticos, palmas, ritmos, danzas, felicitaciones, y lo que sea de menester, evitando su atención (entendiendo esto como algo negativo) a la afición rival, al equipo rival o al cuerpo arbitral  sin dirigirse a ellos, y menos con insultos o burlas, canciones ofensivas o lo que sea como suele ocurrir.

·        Equipo de cámaras: Se espera del personal de cámaras que no focalice su atención solo a individuos concretos, sino que atienda a todos por igual, enfoque a todos y haga partícipe a todos. Que preste atención a su función y se la tome enserio. Del mismo modo se espera que sea consciente de lo que hay a su alrededor, es decir, hay un partido en juego, por lo que no debería molestar a los jugadores, tapar a los redactores o árbitros, etc. y esperar el debido momento para moverse y colocarse por el espacio.

·        Redactores o periodistas: Se espera de ellos plena atención para que sus anotaciones sean acertadas y abundantes, de modo que la posterior crónica sea verídica. Posteriormente al partido, se espera de ellos una buena redacción donde emplee un amplio y correcto vocabulario y narre lo ocurrido con precisión.

·        Comentaristas: Se espera de él una formación o preparación previa que le facilite la labor y que haga de sus comentarios algo atractivo para el evento. Que a partir de esta formación emplee un amplio vocabulario y emplee términos específicos de la modalidad, que conozca los nombres de los jugadores y se refiera a ellos, que evite los silencios. Que sea neutral del mismo modo que el cuerpo arbitral y se limite a narrar los hechos. Que cuando se refiera a individuos concretos sea sin adjetivos despectivos… Para que todo esto se cumpla implica plena atención durante el evento. Además, lo óptimo sería que su narración estuviera cargada de efusividad y teatralización. Una buena documentación anterior le ayudará a empaparse de cómo lo hacen otros locutores en otros eventos.


Descripción de comportamiento negativo y no deseables en un espectáculo deportivo

Como hemos comentado anteriormente, la realidad no es la deseable. En innumerables ocasiones, los espectáculos deportivos se ven inmersos en un oscuro clima de insultos, amenazas, burlas, etc. y los comportamientos deseados de los que hablábamos anteriormente, solo son eso, deseos, y solo de algunas personas. A continuación comentaremos comportamientos negativos que se pueden ver en diversos espectáculos deportivos y que, por haberlos visto anteriormente, podrían reproducirse en nuestra sesión.

·        Equipo A y Equipo B: Los jugadores que participan en los espectáculos deportivos en ocasiones actúan de un modo vergonzoso. Entre algunos de sus comportamientos están agresiones al adversario o al árbitro o insultos a los mismos. Una excesiva competitividad negativa que les lleva a impulsos negativos como el no trabajar en equipo ya que sienten que solo ellos pueden sacar el partido adelante, y contiguamente, insultos, represión y presión a sus propios compañeros. Algo también muy caracterizado por estos es la omisión de la verdad, es decir, mentir al cuerpo arbitral con el fin de conseguir ventaja a su favor: negar una falta, decir que ha sido fuera cuando no lo ha sido, fingir que le han golpeado cuando no ha sido así, etc.

·        Cuerpo arbitral: Puede darse el caso de árbitros que no sean neutrales. En tal caso estos se posicionan a favor de una de las partes y no cumplen con igualdad su función. Un comportamiento como este, sumado a referirse a los jugadores o entrenadores de un modo irrespetuoso, pues en ocasiones su “poder” se les sube a la cabeza, puede o suele suscitar comportamientos agresivos por los jugadores, entrenadores y aficionados del equipo perjudicado hacia su persona.

·        Aficiones de ambos equipos: En la actualidad, este rol es el más claro ejemplo de los comportamientos disruptivos o poco deseables en el mundo del espectáculo deportivo. En los medios podemos ver cómo agrupaciones de los conocidos como “ultras”; forofos de un equipo, no se conforman con acceder a los estadios para cantar canciones ofensivas hacia la grada rival, gritar e insultar de manera bochornosa a los jugadores no solo del equipo rival, sino en ocasiones incluso del propio, insultar y amenazar y si tienen la posibilidad, atacar a jugadores y árbitros, que incluso realizan quedadas entre ellos (de aficiones contrarias) para realizar batallas campales fuera de los estadios. No son la totalidad de las aficiones ni mucho menos quienes actúan así, mas en individuos de ese tipo, se puede observar como dedican el tiempo de juego a lanzar objetos al campo de juego con intenciones dañinas, insultar, amenazar, ofender, agredirse entre ellos… un comportamiento admirable del que aprender todo el mundo; niños y niñas y adultos.

·        Equipo de cámaras: Son poco influenciables, y su comportamiento negativo se centra en focalizar la atención en individuos concretos y no en el conjunto. En nuestra clase esto podría ocurrir. El o la cámara puede centrar las fotos y videos en aquellos con quien más amistad tienen, hacerse autofotos, no enfocar o no prestar atención, etc.

·        Redactores o periodistas: Una mala redacción que falte a la verdad, bien intencionadamente por intereses propios o bien por despistes en el momento de las anotaciones son las actitudes poco deseables propias de este rol. Además está una mala redacción con vocabulario pobre, faltas de ortografía…

·        Comentaristas: Los comportamientos pocos deseables en comentaristas pueden ser el que abuse de los silencios o peque de vergüenza. También el emplear un vocabulario obsceno, poco adecuado u ofensivo, que muestre desinterés, que no se haya formado con anterioridad, o que su desatención le haga perder el hilo y le lleve a errar en su retransmisión, por ejemplo en el resultado.


Valoración del juego de Rol “A por ellos” como opción para reflexionar sobre los espectáculos deportivos

Todos somos conocedores de lo que suele ocurrir en este tipo de encuentros deportivos. Y lo más preocupante es que no solo sucede así en los grandes estadios de fútbol de todo el mundo, de baloncesto, de hockey, de voleibol, etc. Sino que por desgracia es algo que muchos de nosotros hemos vivenciado como espectadores de encuentros deportivos de carácter escolar, es decir con niños. Estamos hablando de esos comportamientos tan tristemente habituales como las discusiones y peleas entre jugadores de equipos rivales no solo verbales sino también físicas, insultos al cuerpo arbitral, amenazas, burlas, obscenos cánticos desde las gradas, amenazas e insultos desde estas, etc. Un sinfín de comportamientos que, si deberían desaparecer de los estadios y de los medios en pleno siglo XXI, mucho más de los pabellones o campos de juego donde los protagonistas son niños y niñas. Pues como si no fuera suficiente el hecho de que estos pequeños son como esponjas que de todo se empapan y posteriormente reproducen pueden verlo en los medios de comunicación o si van a ver un partido al estadio con su padre o su abuelo (en el caso de que dichos adultos se atrevan a llevarlos a tales lugares), es una realidad que lo mismo ocurre en los colegios con padres y madres que ven a su hija como una estrella deportiva y al árbitro como la peor de las personas, o se gritan entre padres desde la grada, o los jugadores se agreden e insultan, o padres y madres que gritan y critican a sus propios hijos pretendiendo su victoria como si ellos mismos ganaran. ¿De verdad es esto lo que pretendemos que sea un patio de colegio los fines de semana? ¿No sería lo propio que solo se oyeran celebraciones, ánimos y felicitaciones que es lo que los niños deben oír de cara a su motivación por seguir con el deporte y divertirse, y más aún para no aprender de esos comportamientos disruptivos y sino al contrario, de que al adversario se le da la mano para levantarse y felicita y no se insulta ni se golpea?
 Esta realidad existe y deberíamos cambiarla. Y para ello, el mejor modo es con la educación. Se trata del mejor arma contra este tipo de actitudes. Debemos formar a nuestros alumnos en unos valores donde entiendan que un partido es una situación idílica para la diversión, el aprendizaje, conocer nuevas personas quienes podrían ser amigos, etc. no un campo de batalla.

Dado que la realidad es como es, nuestro juego de rol “A por ellos” resulta una situación perfecta que fomente y facilite la reflexión, punto de partida para la autocrítica, el cambio y la mejora en este tipo de actitud, para conocer la realidad que vivimos y posicionarse de qué opinión son, si les parece lo adecuado para un espacio deportivo, para la reflexión del qué es el deporte y qué queremos que sea, ¿es lo correcto? ¿debería de cambiar? ¿qué podemos hacer nosotros?

Podemos hablar de ello sin más, partir de la visualización de imágenes, videos, etc. para la posterior reflexión mas el vivenciar cada rol, ponerte en esa piel del otro te hace darte cuenta de lo que se vive, dándole así significatividad a la experiencia y la reflexión. Es por ello que creemos que este tipo de práctica, el juego de rol, nos puede dar múltiples beneficios para tratar el tema del comportamiento, actitud y valores en los espectáculos deportivos. Podemos dejar que el juego fluya por sí mismo, esperando las actuaciones de los participantes en función de sus personalidades y de ello partir hacia la reflexión con la posterior visualización del video, preguntar las experiencias vividas y los sentimientos generados en determinadas situaciones, o incluso podemos pedir a alumnos en concreto que actúen del modo que el docente pretenda ocasionar, forzando así situaciones que posteriormente lleven la reflexión hacia el camino deseado o que necesitemos. Por ejemplo, podríamos pedirles a varios de los alumnos y alumnas que formen parte de una de las aficiones que actúen de un modo exaltado, muy enérgico, y a la otra afición lo contrario, que no se hagan de notar, que no griten ni hagan ruido por decirlo de algún modo, para posteriormente en la reflexión, preguntar a los equipos a quienes les animaban qué sensaciones les habían generado sus aficiones. Por ejemplo, también podríamos pedirle al árbitro que no sea equitativo, que en alguna ocasión mienta y se posicione de uno de los dos equipos para beneficiarlo, lo que luego nos permitirá reflexionar sobre las sensaciones vividas, sobre todo del equipo más perjudicado. Estos son solo algunos ejemplos de una posibilidad que se nos plantea, mas la misma actuación autónoma de los alumnos puede darnos muchas situaciones sobre las que reflexionar sin incitarles a una modificación de sus roles.

Partiendo de la experiencia del juego de rol, podemos pedir la reflexión de las sensaciones del momento, pero también dar un paso más allá. Nos referimos al hecho de preguntar o indagar acerca de vivencias de nuestro alumnado en otros entornos, tales como el patio del recreo, experiencias en algún partido que hayan disputado, situaciones que hayan visto en un estadio, etc. Al tratar temas del ámbito personal del alumnado, les motivaremos a participar en la reflexión y abrirse al resto, podemos trabajar la educación emocional con ellos, conocerlos un poco mejor, conocer necesidades de los alumnos, así como problemas de comportamiento entre alumnos en el patio, casos de buying, etc.

A partir de esta estrategia de trabajo, una vez reflexionado acerca de las experiencias vividas en el momento tras la práctica del juego de rol “A por ellos”, ya sea justo tras finalizar su puesta en práctica o con la visualización del video, tras la reflexión sobre experiencias vividas de índole personal, es decir fuera del aula, podemos iniciar un proyecto de mejora. Un proyecto en el que los alumnos, vistos los problemas, planteen posibilidades e ideas para solventarlos, para mejorar todo ello, siendo ellos los primeros a trabajar en sí mismos actuando acorde a las ideas expuestas, acercando esa actitud posteriormente a sus amigos y familiares, y dotándoles, a partir de la coeducación entre ellos mismos compartiendo ideas y opiniones los unos de los otros de un espíritu crítico que les haga mirar las escenas deportivas desde ese momento con otros ojos. Obviamente, no esperamos que uno de nuestros alumnos acuda a un partido de baloncesto el día de mañana con sus padres y al aficionado de su lado que grita e insulta al árbitro le diga que eso no está bien, pero si pretendemos que él o ella no adopte esa postura nunca, y que entre los miembros de su entorno próximo, les incite a la reflexión al respecto y cambien, si fuera necesario, esa actitud y que conforme él o ella crezcan no actúen de tal modo y eduquen a futuras generaciones del mismo modo haciendo que algún día, lo que hoy vemos y nos horroriza, haya desaparecido si todos trabajamos en la misma dirección desde ya.


Sin duda, la práctica de este tipo de modelo de intervención o estrategia didáctica puede resultar para nuestra clase un agente motivador que les acerque al placer del deporte y a la práctica deportiva, a la involucración en el aula, el trabajo o juego en equipo, la vida activa, etc. Supone una forma de impartir la clase de Educación Física que a los alumnos puede gustar mucho, pero que no se reduce a la práctica en el aula jugando en este caso al volibol, sino que puede ayudarnos a dar un paso más y llevar la experiencia vivida a la reflexión. Reflexión de la realidad social, de las experiencias vividas, de los cambios deseados, de la educación en valores, de la educación emocional, de la importancia de los distintos roles y saber valorarlos y no menospreciarlos. En definitiva, nos brinda un amplio abanico de formas de trabajo que nos acercan a la verdadera educación: una educación completa; una formación de personas.

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